Esta es una pregunta que le hago a mi alumnado de 1º de ESO en las primeras clases de Matemáticas. Les desconcierta mucho porque les parece una obviedad. «Claro que sabemos contar», responden con seguridad. Pero… ¿realmente saben contar? ¿Es contar solo una cuestión de enumerar objetos o figuras? ¿O va más allá?

Os propongo que consideréis la posibilidad de que contar sea algo fundamental para desarrollar el sentido numérico, algo que va más allá de un simple ejercicio de números y que implica reconocer patrones, distinguir formas, identificar tamaños y hasta analizar figuras superpuestas. Así que os invito a un desafío matemático: vamos a contar cuántos triángulos hay en esta figura.

Al principio parece sencillo, pero después de un rato surgen las dudas: “¿Son 10? ¿Son 11? Profe, ya no hay más”. Y de repente, una voz desde el fondo: “Pero, profe, ¿qué triángulos estamos contando? ¿Los equiláteros, los isósceles o los escalenos?” ¡Exacto! Aquí es donde se pone interesante: hay que contarlos todos.

En este punto, exploramos juntos sus estrategias de conteo antes de darles más instrucciones. Y descubrimos algo sorprendente: ¡no siempre logran contar todos los triángulos! Esto nos lleva a la pregunta clave: ¿sabemos realmente contar? Así que, para hacerlo más dinámico, les pido que trabajen en parejas (lo que en educación llamamos andamiaje), y que juntos encuentren un método infalible de conteo… o dos, o tres. Cuantas más estrategias, mejor.

Después de observar sus aproximaciones, es mi turno de mostrarles otras dos o tres maneras organizadas de contar los triángulos, enfoques que también nos llevan al número correcto. Y aquí está la verdadera esencia de las matemáticas: desarrollar estrategias múltiples para cuantificar y analizar, para entender mejor nuestro entorno, para encontrar diversas formas de abordar un problema. Contar no es solo un ejercicio mecánico; es una puerta a una comprensión más rica y profunda del mundo que nos rodea.

Jandro Ángeles Chavez, Profesor de Secundaria

Educación Secundaria