La música como lenguaje universal: un puente entre lo emocional, lo social, lo creativo y lo cognitivo
La música tiene una capacidad única de atravesar fronteras emocionales, culturales y generacionales. Por eso, desde Escuela Ideo en la etapa de secundaria, hemos diseñado La Trova del S. XXI: el himno de la clase, un proyecto innovador y transversal que combina historia, creatividad y práctica musical para acercar a nuestro alumnado de 2º ESO al mundo de la trova contemporánea.
Este proyecto es mucho más que aprender a tocar la guitarra o cantar: es una experiencia educativa integral que conecta con las emociones, fomenta el trabajo en equipo y desarrolla múltiples habilidades creativas, cognitivas, motrices, sociales, emocionales y neuronales. Pero, antes de adentrarnos en los beneficios que ofrece, repasemos cómo surge y se desarrolla esta emocionante propuesta.
Un detonante lleno de inspiración
Todo gran proyecto comienza con una chispa que encienda la motivación, y en La Trova del S. XXI esa chispa llegó en forma de recital en vivo y en directo. La sala de vanguardia educativa se transformó en un escenario para recibir a un músico, compositor y cantautor que, guitarra en mano, interpretó historias a través de sus canciones. No solo demostró cómo la música puede ser un vehículo para contar relatos, sino que también respondió a las inquietudes de los estudiantes, compartiendo su experiencia sobre el proceso creativo y la interpretación musical.
Este momento inicial no solo fue inspirador, sino que creó un contexto emocional en el que cada estudiante pudo imaginarse como protagonista de su propia historia musical. La trova, desde la Edad Media hasta nuestros días, se convirtió en una poderosa herramienta de narración, y este recital sembró la semilla para que los estudiantes tomarán el relevo como trovadores del siglo XXI.
El camino hacia el himno de la clase
A lo largo del proyecto, el alumnado de cada clase de 2º ESO investiga y selecciona una canción del rock o del pop que les inspire y que represente los valores y la identidad de su grupo. A partir de esa elección, se embarcan en un proceso de reinterpretación que incluye:
- Reemprender el aprendizaje de la guitarra, con un enfoque práctico que les introduce en el conocimiento del instrumento, su afinación, los ritmos más utilizados y la armonía básica.
- Desarrollar sus habilidades vocales, trabajando la melodía de la canción y su expresión emocional.
- Experimentar con otros instrumentos del aula, como la percusión, el teclado o el bajo eléctrico, para dar más riqueza a su interpretación.
- Reescribir la letra de la canción en la asignatura de Lengua y Literatura, transformándola en un himno que represente a su clase, sus sueños y su identidad colectiva.
- Tomar decisiones creativas y técnicas, como la estructura final del tema, los arreglos y la asignación de roles dentro de la banda.
El resultado final será una gran banda de música formada por toda la clase, lista para interpretar su propio «himno de la clase». Este proceso no solo les sumerge en la creación artística, sino que también refuerza su sentido de pertenencia y colaboración.
Beneficios de tocar la guitarra y cantar: mucho más que música
El aprendizaje de un instrumento musical como la guitarra y la práctica del canto no son meros pasatiempos, sino actividades que activan múltiples áreas del cerebro y potencian el desarrollo integral del alumnado.
Beneficios emocionales
La música es un lenguaje emocional que permite canalizar sentimientos y expresar ideas que a menudo son difíciles de verbalizar. Al cantar y tocar la guitarra, los estudiantes:
- Refuerzan su autoestima al superar desafíos técnicos y emocionales.
- Experimentan la conexión emocional con sus compañeros al crear algo juntos.
- Descubren una herramienta para gestionar emociones, desde la alegría hasta la ansiedad o el estrés.
Beneficios neuronales y cognitivos
Aprender música es un auténtico gimnasio para el cerebro. Numerosos estudios científicos han demostrado que tocar un instrumento:
- Mejora la memoria, la atención y la capacidad de concentración.
- Estimula tanto el hemisferio izquierdo (lógico) como el derecho (creativo), favoreciendo la conexión entre ambas partes del cerebro y su equilibrio.
- Potencia la capacidad para resolver problemas y tomar decisiones, habilidades clave en este proyecto al decidir la estructura y los arreglos del himno.
Beneficios motrices
La guitarra exige una coordinación precisa entre ambas manos, algo que mejora la motricidad fina y la destreza manual. A su vez, cantar implica un control consciente de la respiración y la postura, habilidades que tienen un impacto positivo en el bienestar físico general.
Beneficios sociales
Interpretar música en grupo fomenta valores fundamentales como la empatía, la escucha activa y la colaboración. En este proyecto, cada estudiante tiene un papel único dentro de la banda, lo que refuerza su sentido de pertenencia y la cohesión del grupo.
La música como vehículo para el aprendizaje integral
La Trova del S. XXI es más que un proyecto musical, es un ejemplo de cómo la educación puede ser inclusiva, emocionante y transformadora. Al conectar disciplinas como la música, la literatura y la historia, este proyecto demuestra que el aprendizaje no ocurre en compartimentos aislados, sino que fluye de manera interdisciplinar, como las notas de una melodía bien compuesta.
Cuando los estudiantes toquen sus guitarras y entonen los versos de su propio himno, no solo estarán interpretando una canción. Estarán dando voz a su identidad, a sus valores y a su historia como grupo. Serán trovadores modernos, narradores de una etapa de sus vidas que resonará, como una canción inolvidable, en el recuerdo de su experiencia educativa.
En Escuela Ideo, creemos que la educación debe emocionar, inspirar y transformar. Y proyectos como La Trova del S. XXI: el himno de la clase son prueba de que, cuando la música y la creatividad se encuentran, los resultados son extraordinarios.
Iñaki Peña
Profesor de Música y coordinador del Departamento Artístico