La Educación Física (EF) es una asignatura clave en el desarrollo integral de los estudiantes, ya que fomenta la adquisición de hábitos de vida saludables, habilidades motrices, valores sociales y competencias emocionales. Para garantizar su éxito, no solo es esencial el enfoque metodológico, sino también las instalaciones y espacios donde se desarrollan las clases. La variedad y calidad de estos entornos de práctica inciden directamente en la motivación del alumnado, el desarrollo de competencias y la inclusión de todo el grupo.

Contar con instalaciones variadas y adaptadas supone un factor motivacional determinante en el aprendizaje. El alumnado tiende a aburrirse o perder interés si siempre realiza las mismas actividades en los mismos espacios. El uso alternativo de:

  • Gimnasios cubiertos para deportes colectivos o actividades de expresión corporal.
  • Pistas exteriores para deportes de invasión, velocidad o actividades recreativas.
  • Salas polivalentes para trabajo de fuerza, circuitos funcionales o sesiones de relajación.
  • Zonas verdes y entornos naturales para orientación, juegos tradicionales o práctica de actividades al aire libre.

Esta variedad rompe la monotonía, genera curiosidad y mantiene el interés del alumnado a largo plazo.

El acceso a instalaciones variadas permite ofrecer actividades adaptadas a las necesidades físicas y emocionales del alumnado, lo que contribuye a:

  • Combatir el sedentarismo mediante una mayor variedad de estímulos motrices.
  • Mejorar la salud mental al incluir espacios naturales que promueven la relajación y la conexión con el entorno.
  • Fomentar hábitos de vida activa y saludable, generando experiencias positivas en diferentes escenarios.

Una clase dinámica y diversa no solo beneficia el desarrollo físico, sino también el bienestar emocional del alumnado.

La variedad de instalaciones en las clases de Educación Física es un recurso fundamental para garantizar un aprendizaje integral, inclusivo y motivador. Espacios polivalentes, entornos naturales y zonas específicas permiten al profesorado implementar metodologías innovadoras y adaptadas a las necesidades del alumnado, favoreciendo no solo su desarrollo motor, sino también sus competencias cognitivas, emocionales y sociales. Apostar por una oferta diversa y de calidad en las instalaciones no solo mejora la asignatura, sino que contribuye a la formación de ciudadanos activos, creativos y comprometidos con su bienestar y su entorno.

Juan Manuel Moreno, Profesor de Educación Física en Secundaria