En el proceso de aprendizaje, cada detalle cuenta. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar por qué tomar apuntes en clase puede marcar la diferencia? ¿Por qué los docentes insisten tanto en que practiquemos ejercicios en casa similares a los que hacemos en el aula? Y, lo más importante, ¿cómo puede el error ayudarte a crecer y mejorar tus resultados?
Estas preguntas no solo nos llevan a reflexionar sobre nuestras prácticas como estudiantes, sino que también nos invitan a explorar cómo estas simples acciones potencian nuestra comprensión y fortalecen nuestras habilidades. Entonces, profundicemos en los motivos por los que tomar apuntes, practicar ejercicios y aprender del proceso de cometer y corregir errores es clave en el aprendizaje.
Es cierto que muchos estudiantes consideran que con seguir la explicación de la materia es suficiente para entender, comprender, e incluso, aprender los contenidos explicados, pero esto no es así.
En matemáticas, por ejemplo, es común que el docente pida sacar el cuaderno para anotar explicaciones o resolver problemas. Esto no es un simple hábito, sino una técnica eficaz para consolidar el aprendizaje. Practicar matemáticas no solo permite aplicar la teoría aprendida, sino que también desarrolla habilidades como el razonamiento lógico, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
Ahora, vamos a desarrollar algunas razones clave por las cuales los docentes de matemáticas solicitamos a nuestro alumnado de ESO y Bachillerato, a no solo hacer los ejercicios en el cuaderno, sino a copiar las explicaciones dadas en el aula y revisarlos en casa.
Razones clave para practicar matemáticas:
- Consolidación del aprendizaje: Resolver ejercicios convierte los conceptos teóricos en herramientas prácticas, permitiendo que el conocimiento sea más duradero.
- Identificación de errores: La práctica ayuda a detectar dificultades o lagunas, facilitando la corrección y el refuerzo de los puntos débiles.
- Desarrollo de habilidades prácticas: Analizar, sintetizar y tomar decisiones son destrezas que se perfeccionan mediante la resolución de problemas.
- Familiaridad con los métodos: Repetir ejercicios permite comprender mejor las estrategias necesarias para abordar problemas con confianza y eficacia.
- Preparación para situaciones reales: Tanto en exámenes como en la vida cotidiana, las matemáticas se presentan como problemas que deben resolverse. La práctica simula estas situaciones, preparando al estudiante para enfrentarlas con éxito.
Son estos algunos de los motivos por los cuales en el colegio se fomenta que los alumnos y las alumnas trabajen en equipo, realicen ejercicios en fichas didácticas y repasen constantemente. Estas estrategias no solo refuerzan los conocimientos, sino que también promueven la colaboración, el pensamiento crítico y la mejora continua.
Por lo tanto, las matemáticas no se dominan únicamente memorizando fórmulas o estudiando teoría; se aprenden con la práctica constante. Resolver ejercicios variados fortalece la comprensión, mejora el rendimiento y aumenta la confianza del estudiante. Por eso, equivocarse y aprender de los errores es, en realidad, un paso más hacia el éxito.
Lucia Bravo, profesora de Bachillerato