Un nuevo día se nos presenta, un nuevo día muy parecido al de ayer y seguramente casi igual que mañana y pasado mañana. Un día más de dolor y sufrimiento, pero también un día más de lucha y esperanza. Un día más en el que sentirnos satisfechos de cumplir con nuestra responsabilidad, profesional, social y personal. Un día más para ir cambiando el mundo poco a poco, desde lo profundo, desde la base y para seguir aprendiendo para poder enseñar.

Nuestro espíritu siempre ha sido el de ser valientes, hacer las cosas de otra forma y ahora más que nunca seguimos «en la brecha», ¿Quién nos hubiera dicho que podríamos hacer tantas cosas y tan diferentes desde la distancia, sin estar presentes en la Escuela?

 Hemos propuesto planes de mejora tanto de las diferentes herramientas como de horarios, intervenciones y formaciones propias y a familias. Queremos con todo ello ofrecer lo mejor de nuestra Escuela, una educación integral y personalizada con una participación abierta, crítica y significativa.

Todo esto porque nos sentimos responsables de unas generaciones jóvenes que deben educarse en una sociedad cambiante, incierta y con un futuro difícil. Por eso mismo nuestra intervención profesional y personal adquiere tanta relevancia e importancia. La suficiente como para levantarnos cada mañana con ganas de seguir aportando y cambiando las cosas para que nuestro alumnado sea ese futuro prometedor que defienda otra forma de sociedad más justa y más esperanzadora.

Me siento muy orgulloso tanto del equipo de profesionales que forman nuestra Escuela por su esfuerzo y trabajo y por ser el mejor ejemplo de esta educación que quiere cambiar el mundo, como de nuestras familias y alumnado.

Durante estas semana hemos recibido felicitaciones de familias que nos agradecen la rapidez de respuesta y el compromiso personal y profesional con el que estamos trabajando. 

Quería dar las gracias de forma especial a las familias y a nuestros compañeros y compañeras de la Escuela que ante esta situación han decidido que se canalice a través de la Fundación Escuela Ideo ayudas para familias con una situación económica delicada.

Creer en nosotros mismos y en las personas de nuestro entorno hará que la sociedad sea más amable, valiosa y valiente, resiliente y receptiva a aprender a hacer frente a todo lo que se nos ponga por delante. 

Seguimos teniendo la oportunidad de aportar a nuestro alumnado y familias y a nuestros propios compañeros y compañeras «un poco de cada uno y un mucho de todos», eso es la educación, eso es la vida.

Os dejo a modo de regalo una de las frases inspiradores de Gioconda Belli de su libro «La mujer habitada», que creo adquiere sentido en el momento que estamos viviendo.

“Todas las profecías cuentan 

que el hombre creará su propia destrucción.  

Pero los siglos y la vida

que siempre se renueva 

engendraron también una generación

de amadores y soñadores

hombres y mujeres que no soñaron 

con la destrucción del mundo

sino con la construcción del mundo 

de las mariposas y los ruiseñores.”

Seguimos aprendiendo para poder seguir enseñando con más fuerza que nunca.

Jose Canales

Director de Escuela Ideo