Desde que empezaron las medidas de confinamiento domiciliario, para evitar el colapso del sistema sanitario en la lucha contra el Covid-19, el papel de las familias en la implicación en las tareas escolares ha cambiado ya que ahora, nuestros hijos e hijas tienen que enfrentarse a las tareas y su estudio en solitario.

Ante esta situación, los padres y las madres pasamos a estar en primera línea y a ponernos el traje de maestro/a, o profesor/a para que mantengan el ritmo de estudio y no pierdan contenidos.  Por descontado, que este nuevo rol requiere de habilidades para las que no todos los padres estamos preparados y esto está causando conflictos a nivel relacional entre padres e hijos/as.

¿Qué papel debemos tener las familias en esta situación? En general asumimos que debemos ayudarles con los deberes. Sin embargo, nuestra tarea es la de apoyar y facilitar los medios para que sean autónomos en su rol de estudiantes, adaptándonos siempre a su edad y su nivel madurativo. Debemos estar ahí para orientarles y apoyarles, nunca para hacer las tareas por ellos.  Nuestro rol aquí puede equipararse al de un entrenador de cualquier disciplina deportiva. Y ya que un entrenador no saltaría nunca al terreno de juego para realizar una jugada, los padres tampoco debemos hacerlo, es decir, debemos estar ahí, pero orientando y apoyando. Es su tarea, son sus objetivos, no los nuestros.  Los chavales no se motivan por los objetivos de sus padres, sino por los suyos propios. Si no lo hacemos suyo, no lo sentirán así, y no actuarán con responsabilidad.

Por otro lado y en la situación que estamos viviendo, es normal que las familias muestren preocupación por cómo terminará el curso escolar, y si previsiblemente, este impás dejará huella a nivel académico.  Y es que la incertidumbre, y el miedo a lo desconocido hace que nos anticipemos a lo que va a venir. Y es probable que sintamos que no van a ser capaces de ponerse al día, que se van a quedar atrás, u otras preocupaciones asociadas a este pensamiento.

En cuanto a los contenidos que pueden perder, es importante explicar aquí que nuestra capacidad de aprender se mantiene durante toda la vida y llegados a este punto que no se trata de la cantidad de aprendizaje sino de la calidad. No me sirve de nada adelantar ahora materia que voy a olvidar y que posiblemente tenga oportunidad de aprender en otro momento. Sin embargo, es importante que veamos este momento difícil, como una oportunidad para aprender. Una oportunidad para que adquieran hábitos de autonomía que, a buen seguro, les servirán para el resto de sus vidas. Y es que poder acompañarles en el aprendizaje, pasa por brindarles la oportunidad de que aprendan a planificarse, a organizar la información, a plantearse metas y trabajar para conseguirlas. No hay mejor motivación que la de trabajar para conseguir nuestros propios objetivos.

Por otro lado, podemos ver este tiempo de confinamiento como una oportunidad para construir hábitos de convivencia fundamentales en la familia. Entender el núcleo familiar como un equipo en el que todos sumamos y aprender a cuidarnos mutuamente. Para ello, incluso los más pequeños pueden, con ayuda del adulto, aprender a poner la lavadora o el lavaplatos, planificar un menú de comidas para después realizar la lista de la compra… Estos aprendizajes, sin duda alguna, son muy valiosos para el desarrollo de su autonomía y del concepto de pertenencia a la comunidad.

Como ya he comentado, el objetivo de todo acompañamiento escolar, debe ser el desarrollo de su autonomía, es decir, debemos pasar de mayor a menor control sobre sus actividades.  El punto de inicio dependerá de la edad y de los hábitos de estudio previos del niño. Adquirir rutinas requiere tiempo y constancia. Una herramienta que puede ser de utilidad para adquirir rutinas son las auto instrucciones. De modo general, podríamos decir que las auto instrucciones son, esa vocecilla interna que nos va guiando en nuestra tarea y que nos va a permitir llegar a nuestro objetivo. Cuando trabajamos con niños y niñas, es muy importante moldear este lenguaje interno, ya que nos regula y nos da estructura.

Algunas de las claves para acompañar a nuestros hijos en sus tareas escolares podrían ser;

  • Realizar una lista de prioridades. Si establecemos y planteamos objetivos adecuados, será mucho más fácil planificarse. Recuerda que debemos escuchar sus objetivos, no centrarnos en lo que yo, padre o madre, pretendo parea él.  Para ayudarle a plantearse objetivos, podemos preguntarles ¿qué quieres conseguir? ¿qué necesitas hacer para conseguirlo?
  • Enséñale a organizar su tiempo, en la agenda o en una pizarra, es importante que les ayudemos a ser conscientes de todo lo que tienen que hacer y distribuyan de manera ajustada el tiempo que van a emplear para cada tarea. También podemos ayudarles a pensar en sus ratos de ocio, ya que tener en cuenta nuestro ocio es fundamental para realizar una organización ajustada a nuestras necesidades.
  • Ayúdale a planificarse. Una vez puesto en una lista todo lo que tengo que hacer, debo poner en valor mis objetivos, estableciendo prioridades para poder planificar mi tiempo. Poner en valor los objetivos, nos ayuda a dar prioridad a aquellas tareas que son más importantes de cara a conseguir nuestro objetivo. Cuando son más pequeños es importante hacerlo cada día. Los más mayores, pueden realizar la planificación de toda la semana.
  • Supervisa si la planificación se cumple. De no ser así, debemos analizar con ellos que ha pasado, qué debemos tener en cuenta para futuras planificaciones y qué hacer para que no vuelva a suceder. Siempre les ayudaremos a supervisar preguntándoles, ¿He cumplido la planificación? ¿qué cosas he cumplido y cuáles no? ¿por qué no se han cumplido algunas? En la medida en que sean más autónomos, para los más mayores, podrán supervisarse ellos solos.
  • Anímale a evaluarse a sí mismo. Valorad juntos si ha conseguido los objetivos propuestos, si tiene que valorar un cambio de objetivos. Ayúdale a que valore las cosas que ha hecho bien y también a que vea en el fallo o error la oportunidad para aprender a hacerlo mejor.
  • Transmite tu confianza en él. Para generar motivación de cambio y superación es importante que sientan que confiamos en su potencial, que vean que los padres esperamos que actúen bien. Comunícate en positivo, siempre esperamos la mejor versión de uno mismo.

Isabel Rodero López, Pedagoga Col. Nº 01678. Centro TAP

*Nosotros hemos podido contar con ella a través de las Ideotertulias online que organizamos todos los jueves de mayo de 2020. Puedes acceder a nuestro canal de Youtube para ver la charla.

https://www.youtube.com/watch?v=2rbFm2poCv4