IDEO, 27/06/17.- No puedes meter una vida en estas cajas
y pretender seguir adelante.

No puedes vaciarlo todo
y sobrevivir con este peso en el corazón.

El ruido de la cinta de embalaje,
el espacio abierto e insípido;
las miradas y expresiones de adiós,
los suspiros al dejar cada caja,
los gritos, el desconcierto… el caos.

Rescatar un libro olvidado de una caja,
hojear sus páginas,
y devolverlo, antes de pensarlo demasiado,
a su infame destino.

Encariñarte con cosas de las que has de olvidarte
llorar por la pérdida de un hogar,
y dejarte abrazar por la esperanza
de ir a parar a uno mejor.

(Marta H., alumna de Bachillerato, Escuela Ideo)

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