Mírate al espejo. Eres un individuo, una persona única y especial. Te pareces, pero eres diferente a todos los demás. Sin embargo, te agrada el contacto con otras personas, incluso lo necesitas. Eres un ser esencialmente sociable.
Pero el contacto con otros no siempre es fácil; a veces surgen roces, diferencias o, en el peor de los casos, enfrentamientos. En el trato con otras personas, el conflicto parece inevitable: antes o después aparecerá el conflicto, ya sea pequeño o grande. La mayoría de las veces serán pequeños desacuerdos sin trascendencia, “mi amiga quiere ver una película y yo otra”, pero otras veces serán más graves, “no soporto estar con mi compañero”.
El conflicto es la distancia entre lo que quiero y lo que obtengo. Esto nos ocurre a menudo con los extraños, pero también con las personas a las que queremos, e incluso con nosotros mismos. El conflicto nos gusta tan poco que tenemos varias estrategias para evitarlo: negar el problema o ceder ante el otro son las más habituales. Sin embargo, los conflictos son inevitables, y a veces hay que enfrentarse a ellos. En el mejor de los casos, el conflicto dejará una pequeña herida o un mal recuerdo; en el peor, surgirá la violencia.
En nuestra sociedad son habituales los medios de resolución del conflicto por vía de autoridad. Si dos conductores llegan a las manos por una discusión de tráfico, la policía les detendrá y les llevará ante un juez. Si un alumno causa un destrozo malintencionado en la escuela, la dirección le impondrá una sanción. Si no pago una deuda, el acreedor me demandará ante los tribunales. Sin embargo, estos medios coercitivos no resuelven todos los problemas que surgen en las relaciones humanas. Hay conflictos que hacen sufrir a las personas y que no se pueden resolver mediante la imposición, pues solucionarlos depende de la libre voluntad de las partes. La mediación es el principal instrumento para la resolución alternativa de conflictos. La mediación consiste en buscar el libre acuerdo de las partes en base al respeto, el diálogo y la negociación.
El Proyecto Educativo de Centro de Escuela Ideo se basa en unos valores superiores que persiguen la convivencia pacífica y la tolerancia. Una de las aplicaciones del Proyecto es el Programa de Mediación. Destaca la ambición con la que se ha afrontado este programa: en las últimas semanas, madres y padres, alumnado y profesorado, todas y todos voluntarios, han recibido formación técnica para convertirse en mediadores. Se han creado comisiones de trabajo y en breve la comunidad educativa recibirá información adicional sobre cómo se puede utilizar un servicio de mediación cuando se necesite.
Escuela Ideo es una comunidad educativa dialogante en la que no cabe el miedo al conflicto. La mediación es cosa de todas y todos; en una comunidad no existen los conflictos puramente individuales, ya que todo aquello que perturbe las relaciones normales de las personas perjudica la convivencia del grupo entero. ¿Existen conflictos en nuestra comunidad? Sí, pero gracias a la mediación los vamos a resolver mejor.