La comunicación en las familias es una base fundamental para el bienestar en el hogar. La falta de ella genera distanciamiento, conflictos, y carencias afectivas. Los hijos demandan ser escuchados y los padres tienen que aceptar que los hijos tienen entidad propia. Y que sienten la necesidad de manifestar sus ideas, necesidades, sentimientos, en un lugar seguro, donde se entienda y/o valide que puedan relacionarse desde su propio criterio con el mundo. Incluso aunque no se esté de acuerdo con ello.
Reforzar la comunicación asertiva en las familias: el arte de saber decir NO
Es fundamental escuchar, y darles ese espacio a nuestros hijos e hijas, sin olvidar otra necesidad de los menores: el arte de saber decir que NO, que es el arte de poner límites a los niñ@s…
Desde que tienen 2 o 3 años prueban todo tipo de métodos para intentar “salirse con la suya”.
Muchos padres y madres inician la gestión del conflicto diciendo que no a sus hijos, pero algunos (o quizás muchos) ceden con frecuencia ante la insistencia para que “dejen de molestar”. Porque no son capaces de sobrellevar la frustración porque los pequeños “están sufriendo”, por miedo al rechazo o por vergüenza.
De esta manera les estarán mostrando a sus hijos e hijas que pueden conseguir lo que quieran al insistir, gritar o manipula. 10 años más tarde, esas mismas estrategias se pondrán en marcha para lograr más asignación semanal, no responsabilizarse de las tareas de la casa, o salir por la noche hasta cuando quieran.
De las rabietas de los primeros años a los conflictos en la adolescencia
Existen millones de momentos en la vida familiar en los que la comunicación asertiva y dentro de ésta la capacidad para decir NO y poner límites a nuestros hij@s es la pieza fundamental. Porque tanto en la etapa infantil como en la adolescencia, los límites aportan seguridad, y serán una base sólida sobre la que apoyarse.
Patricia Sánchez, Psicóloga General Sanitaria y Terapeuta EMDR en el Centro TAP