Llega el final del trimestre y, con ello, el final del proyecto de Cami con el que tanto hemos aprendido y disfrutado.  

Ha sido un trimestre lleno de cambios y nuevos descubrimientos en el que, junto a Cami, hemos llegado “al cole de mayores” y hemos aprendido a ponerle unas primeras palabras a aquello que sentimos y que es tan difícil de explicar.

Y después de hablar de la tristeza, de la alegría, del enfado y la rabia, del miedo, de la calma y del amor; de jugar con los colores e incluso descubrir qué ocurre al mezclarlos y, por supuesto, después de conseguir que Cami luzca de nuevo con muchos colores, no podíamos terminar el proyecto de otra manera que no fuera llenándonos de color.

Por ello, Cami nos invitó  a “una fiesta de colores”, aunque no sabíamos muy bien qué era eso. Vestidos con ropa que pudiéramos manchar llegamos a una sala donde todo se podía pintar: las paredes, el suelo, ¡e incluso a nuestros/as compañeros/as y profes!

En este espacio tan sugerente exploramos y disfrutamos de los colores, de la sensación de pintar con pinceles, rodillos, esponjas, coches, y con nuestro cuerpo con total libertad, transformando una sala empapelada en una auténtica obra de arte. No había límites ni normas. Cada uno/a podía pintar como sintiera, respetando siempre a los/as demás. Los que tuvimos el placer de vivir esta fiesta sabemos que se respiraba alegría y emoción, ilusión en cada huella y mancha, sorpresa al sentir la pintura en nuestra piel y traspasarla a la ropa de otro… Y poco a poco los colores fueron inundando la sala, nuestra ropa e incluso nuestra piel, creando, explorando, descubriendo y disfrutando. De este modo cerramos el proyecto de Cami, jugando con los colores un poco más, llevándonos nuevas experiencias y, en definitiva, aprendiendo. ¡Gracias Cami!

Etapa Educación Infantil