En estos días estamos viviendo diferentes situaciones difíciles relacionadas con el contagio. Una persona que se contagia no sólo tiene miedo por su salud, sino por cómo pueden reaccionar los demás ante esta situación tan delicada.
Palabras y juegos como infectado, ahora mismo, hacen mucho daño y es importante evitarlas para generar un clima de cuidado dentro de la escuela para saber empatizar con quien se siente mal o ha pasado muchos días confinado en casa. Desde este punto de vista, os animamos a explicar en casa la importancia de una buena comunicación, para que vuestros hijos e hijas entiendan que una persona que lo ha pasado mal necesita escuchar buenas palabras.
Cualquiera se puede contagiar, y tener o sentir miedo es algo normal. Además, el miedo es difícil de medir pues cada persona lo vive de una forma concreta. A veces el miedo es disfuncional y hace que se afronten las situaciones desde reacciones que no son acordes con el propio peligro. Por esto, mantener una comunicación adecuada con vuestros hijos e hijas, es un valor muy importante para enseñarles a no discriminar a quien ha sufrido o está sufriendo una cuarentena.
Enseñarles a acoger a sus compañeros y compañeras con ilusión y con cariño a su vuelta, ayudará a que esos miedos irracionales puedan desaparecer tanto para ellos y ellas, como para quien regresa, y poder vivir la escuela desde la ilusión y la tolerancia.
Sacar el tema en casa es algo adecuado para poder transmitirles tranquilidad, no promover miedos innecesarios, dejar de lado el rechazo hacia el otro y fomentar actitudes de ayuda para hacer de la escuela un lugar de cuidado personal y grupal.
¿Cómo podéis hacerlo?
-Con información suficiente, clara y sencilla.
-Evitando juicios o adjetivos calificativos. Hablar de valores como acogida,
amistad o empatía hacia los demás.
-Que en casa las conversaciones no estén monopolizadas por el coronavirus.
-Si surge alguna duda no evitar la conversación y tratar de aclarar las dudas
enfatizando la importancia de no discriminar a nadie, evitando dramatizar o poner excesivo énfasis en las precauciones con esos compañeros.
-Escuchando sus temores para que se sientan apoyados y seamos un ejemplo.
-Y sobre todo transmitir la idea de que todos somos diferentes pero ahora mismo nos unen muchas similitudes
Si la tolerancia empieza por escuchar para entender, y no para contestar, enseñemos a nuestro alumnado a ser tolerantes, saber comunicar con cariño, y saber mirar a los demás con los ojos de quien prefiere ayudar en vez de criticar.
Departamento de orientación