Hoy ya estamos al completo. Esta semana ha ido llegando el alumnado de Escuela Ideo, poco a poco. Los primeros momentos fueron de saludos, sonrisas y abrazos. Infantil se fue llenando desde las clases de los más pequeños; los que venían a Primaria llegaron el miércoles día 9 con un montón de alegría; Secundaria invadió la tercera planta, preparada para la acogida, el jueves 10.
En estos días, los correos entre el profesorado son continuos. La mayoría van marcando las pautas de los horarios, actividades, dinámicas, recomendaciones… Os compartimos el de una compañera nueva de Primaria, que refleja bien esa manera nuestra de ser y hacer educación.
Y así es… ¡Empezamos!… ¡Y de qué manera!
De camino a casa, ya con las revoluciones en modo descanso y con el cuerpo negándose a subir una escalera más (creo que nunca he sentido esta devoción por las escaleras mecánicas del metro) siento la necesidad de compartir este gran agradecimiento que me expande el pecho.
Hoy, día de nervios, despistes, inseguridades a flor de piel, reorganizaciones de última hora, necesidad de saber dónde se dejan los vasos y si puedo dar un segundo yogur… me siento agradecidísima por la oportunidad de vivir, todo esto, en un entorno humano de tanta calidez. Sonrisas por doquier, mensajes de calma y acompañamiento continuos, la sensación de tener el gran permiso de «ser», equivocarse y tener el respaldo para aprender.
Ya sabía yo que aquí quería estar y, aunque sigo gestionando este susto en el cuerpo, hoy me reafirmo en ello.
Os doy las gracias…
¡Comienza la aventura!
Próximo capítulo… ¡Mañana!
Seguimos…
Tengo que confesar que me encanta y emociona cada vez más lo que leo.
Sin valentía y compromiso pleno creo que las personas no llegan a alcanzar los objetivos que se proponen.
Pero con esfuerzo.
Aprender a entender e interactuar:
«Involve me and I learn.» – Benjamin Franklin.
Ahora tenemos que cumplir, todos, con los deseos y expectativas.