IDEO, 02/03/18. En Escuela Ideo la Educación Física es un pilar fundamental. Esta asignatura se convierte en un instrumento a través del cual el alumnado adquiere competencias que serán de valor infinito para su vida. Algunas personas la consideran “una María” ¡Qué bonito nombre para una asignatura! Yo tengo muchas amigas llamadas “María” y han sido realmente valiosas en mi vida, igual que la Educación Física, ya que en la actualidad incluso me da de comer.

El movimiento es necesario. Las personas necesitamos del movimiento (incluso con limitaciones) para poder alcanzar capacidades y habilidades que nos permitan caminar, saltar, trepar, correr, reptar, rodar… y todos los verbos que supongan ser capaces de poner en acción a nuestro cuerpo (¡para eso son verbos… no hay que ser muy inteligente…! ¡Vamos!)  Pero… la Educación Física es mucho más que eso. No se limita única y exclusivamente a aportarnos capacidades ejecutivas, ya que su práctica (su correcta práctica y aplicación en toda la extensión de la palabra) nos permitirá ser capaces de relacionarnos, valorar, respetar, convivir, conectar con el espacio que nos rodea y con las personas que habitan en él. Se aprenden normas que son fácilmente transferibles a cualquier ámbito de la vida, al igual que los posibles valores relacionados con el esfuerzo, la competición y la práctica deportiva que todos y todas de forma intuitiva sabemos que se adquieren. Sin olvidarnos, por supuesto la importancia de la Educación Física y los probados beneficios que ofrece a nuestra salud (física, psíquica y afectivo-social) en la etapa de desarrollo durante nuestra estancia (larga, por cierto) escolar. Muchos y muchas hemos sido los abanderados/as de la lucha por la ampliación de horas de Educación Física y que hoy en día sigue siendo un discurso necesario, aunque no sea el caso de Escuela Ideo, pues nuestros niños y niñas tienen una hora de Educación Física todos los días: #1hEF

Yo, soy profesora de Universidad y en algunos casos, formo a personas que serán en el futuro, profesoras y profesores de Educación Física. He trabajado todas las etapas educativas (Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato), pero hace años que no tengo contacto con la realidad escolar, más que la que me ofrece tener dos hijos en el colegio y eso es algo que hace que la calidad de mis clases en la Universidad -independientemente de lo que yo pueda o no esforzarme en hacerlo lo mejor que sé y puedo- no sea la que yo considero que debería ser. De hecho, a veces en la universidad, al profesorado se nos critica bastante, por no estar en contacto con la realidad del ámbito profesional de la carrera universitaria en la que enseñamos, y que nos limitamos exclusivamente a transferir conocimientos adquiridos de los libros y las investigaciones.

Yo, tengo mucha suerte, ya que en Escuela Ideo se me ha dado la oportunidad de no perder la perspectiva.

Mi exalumna, posterior compañera de departamento y actual amiga (de las grandes) Ana Pérez Curiel, profe de Educa en Bachillerato de Escuela Ideo, me ha dado la oportunidad de poder llevar a cabo una Unidad Didáctica de Expresión Corporal con los grupos de 1º y 2º de Bachillerato. De forma más específica, estamos llevando a cabo el trabajo de construcción de coreografías utilizando para ello prácticas variadas en torno a la danza tradicional, danzas del mundo y la utilización del aeróbic como medio para el aprendizaje del ritmo, el tempo y el compás, que nos permitirá aprender y diseñar pasos básicos y figuras propias de los bailes.

Ya me llamó el año pasado y debió gustarle lo que hice, porque este año no ha dudado en ofrecérmelo de nuevo.

¿Qué si me gusta a mí?

¡Por supuesto!

Dar clase en bachillerato para mí ha sido toda una lección.

He aprendido que dar clase a adolescentes, no es fácil, he aprendido a saber qué hacer y qué decir, y sobre todo cómo decirlo para que el alumnado en esa etapa de su vida (creo que quien me lee, entenderá bien a qué me refiero), observe que la Educación Física será importante en sus vidas, independientemente de sus perspectivas futuras profesionales. He aprendido a ver que la creatividad del adolescente es infinita, que son personas amables y divertidas, siempre y cuando les muestres respeto y afecto; y sobre todo que tienen una concepción del valor de la amistad con una intensidad casi divina.

La unidad didáctica de Actividades Rítmicas y Coreográficas, todavía no ha terminado. En la actualidad están en pleno proceso de creación coreográfica, pero intuyo que en menos de una semana nos sorprenderán con trabajos originales, divertidos y realmente valiosos. Lo más maravilloso de todo esto, es que el examen será una auténtica fiesta.

Fiesta en la que yo, agradeceré enormemente la posibilidad que tanto Ana, como Escuela Ideo me ha dado.

Let´s dance…

(Mª José Alvarez Barrio Facultad de Formación de Profesorado y Educación. UAM)