Todo ser humano nace con dignidad. Esta es la base del respeto: reconocernos dignos a nosotros mismos y unos a otros. Cada uno, cada una, tiene capacidades distintas. Sabernos diferentes nos ayuda a comprender que los demás no siempre van a pensar como uno mismo. Este valor es la base de una buena convivencia y una gran herramienta para la resolución de conflictos. En la relación docente-alumnado será importante también respetar los distintos ritmos de aprendizaje para llevar a cabo una educación personalizada.
“Proyecto Educativo de Centro, Escuela Ideo“, pág. 16.