“Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho”Paulo Freire

Frente al predominio de una concepción tradicional de la educación en la que el profesor enseña y el alumno aprende, proponemos un modelo de aprendizaje multidireccional que enriquece a la comunidad educativa.

Usando una célebre cita de Josefina Aldecoa, “La educación es un proceso que no termina nunca”. Por ello, hay que dotar al alumnado de las herramientas necesarias para que sea capaz de seguir su formación más allá de la escuela. Despertar su curiosidad por lo que le rodea, las ganas de aprender, de desarrollarse íntegramente. En definitiva, que desarrolle una motivación intrínseca que no dependa de factores externos.

En este modelo, el profesorado juega el papel de guía, invita más que adoctrina, propone y no impone. No hay mejor manera de motivar al alumnado que enfocar el proceso formativo en sus propios intereses y entender sus individualidades. No podemos caer en el error que definía Ken Robinson “La educación es la culpable, casi siempre, de desviar a la gente de sus talentos”. Debemos ayudar a reconocer esos talentos, potenciarlos y desarrollar aquellos otros aspectos en los que cada miembro del alumnado se muestre menos competente.

Uno de los factores que causan el abandono escolar o el desinterés, es la incapacidad de transmitir los conocimientos como algo útil para los alumnos que los perciben como algo ajeno a su realidad cotidiana. Por eso, en la línea de lo propuesto por la Institución Libre de Enseñanza, proponemos un acercamiento vivencial a ese conocimiento. ¿Por qué explicar el mundo, tras un muro que nos separa de él?

El aula debe ser un punto de encuentro, un lugar más en el que se puede aprender. El error es considerarlo el único, limitarnos en sus reducidas dimensiones. Todo el centro educativo y todas las personas que a él acuden deben ser partícipes de este proceso. Se aprende en recreos, comedores, al desplazarnos de un aula a otra. No debemos obviar las oportunidades que nos brindan los espacios no formales.

Nuestro modelo entiende que felicidad y educación deben ir de la mano. En un informe elaborado por UNICEF sobre el bienestar de la infancia, uno de los pilares de ese bienestar es el educativo. En un proceso circular, concluimos que un niño o niña bien formado se siente competente, con una autoestima alta y en, definitiva, más feliz; al igual que un alumnado feliz tiene más probabilidades de alcanzar una formación más exitosa.

A esa formación completa y exitosa contribuyen una infinidad de factores, muchos de los cuales no son cuantificables de manera precisa. Por eso, y como una de las señas de identidad de nuestro proyecto educativo, entendemos una evolución continua y diaria, basada en las distintas competencias y que huye de los exámenes como único baremo de medir los resultados obtenidos.

Medir los resultados en función de una serie de pruebas escritas, provoca la desmotivación de aquella parte del alumnado que se siente menos competente en estos tipos de evaluación y, además, atenta directamente contra nuestro compromiso de atender a las diferentes inteligencias.

En su teoría de las Inteligencias Múltiples, Howard Gardner define las inteligencias como habilidades que pueden desarrollarse y no como algo innato. Distintos ámbitos, plantean problemas diferentes y requieren inteligencias diferentes para resolverlos.

Es obvio que una única e igual manera de evaluar a todo el alumnado es a todas luces insuficiente para valorar las distintas inteligencias o habilidades que poseen.

Tampoco consideramos necesario el uso del trabajo obligatorio a realizar fuera del horario escolar porque, además de ser a menudo redundante, limita el tiempo de ocio fundamental para el desarrollo integral de las personas.

Entendemos que la defensa de los deberes como son entendidos en la actualidad parte de concepciones erróneas del aprendizaje. En primer lugar se sostiene que quien más tiempo dedica a un trabajo mejores resultados obtiene, esto debe matizarse pues no es tiempo de trabajo, sino tiempo de implicación. Por otro lado, se sostiene que los deberes sirven para practicar lo aprendido, lo cual es parcialmente cierto, pues la práctica sirve para automatizar un proceso, pero no para comprender. De este modo quien no comprende no lo hará por repetir un hábito y quien lo comprende se aburrirá de repetir un hábito que no le aporta nada a la comprensión.

Ante los que defienden que a través de los deberes se fomenta la autonomía y responsabilidad del alumnado, planteamos un desarrollo de esa autonomía y responsabilidad mediante la organización y elaboración de las tareas en horario lectivo. Dentro de ese horario, el alumnado debe ser capaz de regular sus tiempos, organizar su trabajo y realizarlo de manera satisfactoria.

El trabajo en casa ha de venir producido por la motivación, por la curiosidad, por el deseo de conocer más y por el deseo de autosuperación de todos los estudiantes.

Objetivos que se quieren conseguir.

Este plan se desarrolla para elaborar distintos protocolos de actuación y evaluación con el fin de llevar a la práctica nuestro modelo de enseñanza-aprendizaje. Partimos de un modelo diferente, que requiere un esfuerzo mayor por parte de las personas implicadas en él y una gran labor de coordinación entre todas las personas que participan en las actividades de enseñanza y aprendizaje.

Entre los objetivos que se buscan desarrollar con este plan están el lograr:

1- Aprendizaje comprensivo frente a aprendizaje mecánico.

2- Aprendizaje significativo.

3- Aprendizaje como construcción.

4- Aprendizaje durante toda la vida.

5- Aprendizaje para la vida.

6- Enseñanza personalizada.

7- Enseñanza activa y vivencial.

8- Desarrollo del pensamiento crítico.

9- Formación integral de la persona.

En definitiva el objetivo de nuestro Plan de Enseñanza y Aprendizaje es que los alumnos desarrollen las competencias básicas, entendiendo que lo importante no son los conocimientos que se acumulen sino el manejo que el sujeto hace de ellos.

Contenidos del plan.

Para poder lograr estos objetivos es necesario:

  1. Elaborar las diferentes programaciones: Programaciones Didácticas, Programaciones de Aula, Programaciones de actividades deportivas, culturales y artísticas (ADCA), Programaciones de Acción Tutorial, etc… de forma coordinada.
  2. Llevar a cabo un riguroso control en el aula y actuar rápidamente para solucionar las incidencias.
  3. Formación del personal del centro para poder desarrollar el Plan de Enseñanza-Aprendizaje del centro en el aula.
  4. Apoyo en una fuerte red de coordinación académica.
  5. Evaluación académica mediante procedimientos internos que evalúen la metodología concreta del centro.
  6. Evaluación de la práctica docente.

Propuesta de actividades de desarrollo.

  1. Elaboración de las programaciones didácticas, coordinándolas entre sí.
  2. Desarrollo de los protocolos para las diferentes actividades.
  3. Reuniones de coordinadores de los diferentes departamentos.
  4. Reuniones de tutores y especialistas, con sus respectivos departamentos.
  5. Juntas de evaluación de clase por trimestre, además de una inicial.

Recursos necesarios para su implantación.

El profesorado tiene un peso fundamental en nuestro proyecto educativo. Es necesaria su continua formación. En un modelo innovador como el que proponemos, el estudio y la incorporación de nuevas corrientes educativas, así como la creación de nuevas metodologías propias, requieren profesionales cualificados, motivados y dispuestos a invertir tiempo en el estudio y desarrollo de sus capacidades.

El material se elabora en el centro. Al entender el proceso educativo como algo dinámico y flexible, no resulta coherente la utilización de libros de texto que sigan una línea editorial concreta o que limiten los contenidos. Los profesionales elaboran su propio material, respetando los contenidos mínimos marcados por la ley y adaptándolos al interés del alumnado y a su propio criterio profesional como docente.

Las aulas y su distribución deben ser flexibles y adaptables a las actividades que se realicen en cada momento.

Procesos de Evaluación

AUTOEVALUACIÓN:

  • Evaluación continua por parte del profesorado.
  • Evaluación trimestral en equipo de forma escrita y con propuestas de mejora para el siguiente trimestre.
  • Evaluación final en equipo de forma escrita y con las propuestas de mejora para el siguiente curso.

HETEROEVALUACIÓN:

  • Evaluación por parte de expertos externos del Plan de Enseñanza y Aprendizaje del centro.

COEVALUACIÓN:

Evaluación continua y anual por parte de los diferentes miembros de la comunidad educativa.

Otros

Kohn, A. El mito de los dereberes. KALEIDA, 2013.

Torres, R. (1882). Institución Libre de Enseñanza. IV Las excursiones. La Ilustración Cantábrica, 4, 188.

Sagastizabal, M.A. (coord) VV.AA. Aprender y enseñar en contextos complejos. Multiculturidad, diversidad y fragmentación. Ed. CEP, 2009

Ken Robinson. Conferencias TED , 2006, 2010

Plan de Enseñanza-Aprendizaje del “Proyecto Educativo de Centro, Escuela Ideo“, págs 48-51.